A veces hay algo que rescatar, pero generalmente evitamos el adiós por razones que no tienen nada que ver con la otra persona. Si te sientes identificada con alguna de estas, es tiempo de 'hacer estómago' y romper, aunque duela:
Por los lazos con los demás
Si te sientes identificada con esto, ten cuidado, pues puede ser una señal de que perdiste tu individualidad y tu espacio; es normal por todo el tiempo que pasan juntos, pero ¿te has preguntado dónde quedaron tus amigos?
Todos tenemos una vida con su respectiva historia antes de conocer a nuestra pareja y ahora que te planteas terminar, es hora de recuperar todo esto.
Por dependencia
Cuando nuestra pareja hace cosas por nosotras, podemos caer en
relaciones de dependencia, ya sea económica o de otro tipo. Y cuando
decidimos terminar, es uno de los miedos más grandes o de las razones
por las cuales nos quedamos.
Recuerdo
un noviazgo que tuve, donde sin saber cómo ni cuándo, yo había dejado
hasta de manejar mi coche, pues mi pareja me llevaba a todos lados; él
también contestaba mi teléfono “solo porque estaba sonando” y decía a
las personas que llamaban que yo estaba ocupada y no podía contestar.
Si sientes que dependes mucho de tu pareja, nunca es
tarde para salirte; recuerda que eres una mujer valiosa y capaz de
realizar cualquier actividad que te propongas No permitas que nadie
decida por ti, ni mucho menos te quedes donde no quieres estar por miedo
a la incertidumbre.
Por miedo a la soledad
Recuerdo una analogía que leí hace mucho en algún libro: imagina que tienes una caja llena de cubos, todos del mismo color amarillo, y te encuentras un cubo morado que te encanta e intentas meterlo en tu caja, no cabe ¿verdad? Bueno la solución es sencilla, para que algo nuevo quepa en tu vida tienes que hacerle espacio, y ese espacio se logra terminando y alejándonos de lo que ya no nos aporta nada.
No hay comentarios:
Write comentarios