El bull terrier soportó un calor
cercano a los 30 grados y pese a que las autoridades locales buscaron
moverlo, el animal se negó por un largo tiempo.
Un perro estaba tan deprimido tras la muerte
de su dueño, que se negó a moverse del lugar donde su propietario murió
en Oklahoma.
El bull terrier soportó un calor cercano a los 30 grados y
pese a que las autoridades locales buscaron moverlo, el animal se negó
por un largo tiempo.
De acuerdo a Sheridan Lowery, un
supervisor de protección en el refugio de animales del Oklahoma City, se
trata de un comportamiento normal.
Hemos
encontrado animales dentro de residencias con propietarios muertos.
Ellos no saben lo que está pasando. Ellos no saben cómo actuar.
Ellos no
saben cómo reaccionar”, comentó.Finalmente, las autoridades lograron
mover al perro, y ahora vive en el refugio de animales. Sin embargo, se
niega a beber, comer o levantar la cabeza.
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