Pero, ¿es posible que este mosquito responsable de la propagación del patógeno llegue a España? Los expertos creen que sí. Juan Carlos Galán, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), señala que «los virus transmitidos por los mosquitos de la familia Aedes se ceñían a sitios muy recónditos, con poca población».
Sin embargo, ahora han dado un salto a zonas con grandes poblaciones. Una de las razones estriba en «el aumento de la temperatura media de los países y la otra que los Aedes se han ido adaptando cada vez más a mayores latitudes».
Esto es lo que probablemente explique que en el litoral mediterráneo haya Aedes albopictus, denominado comúnmente mosquito tigre, desde 2004. «Hace 10 años si un viajero con dengue o Chikungunya regresaba a España, no se podía transmitir porque no existía el mosquito que lo difundiera», aclara Frederic Bartumeus, investigador de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) en el CSIC y coordinador del proyecto Atrapaeltigre (financiado por la Fundación Bancaria 'La Caixa'), puesto en marcha para intentar controlar al mosquito tigre presente en España.
Ahora, sí es posible esa transmisión aunque es poco probable, de hecho no ha habido casos de transmisión autóctona de dengue, y de Chikungunya parece que solo ha habido uno, aunque está cuestionado y se cree que fue importado.
Para Bartumeus, es cuestión de tiempo que el A. aegypti, el que está transmitiendo el Zika en Latinoamérica, vaya conquistando otros territorios. No sólo por el cambio climático sino por la globalización. Principalmente, por dos vías de transmisión: el transporte aéreo de mercancías y la movilidad por carretera. "Se han descrito huevos de A. albopictus en mercancías de neumáticos", afirma este experto. A diferencia de los mosquitos comunes, no requieren grandes humedales. "Son muy urbanitas y aguantan secos un tiempo. Les basta un mínimo contacto con el agua (un poco de lluvia) para reproducirse". De la misma manera, estos mosquitos, en su estado adulto, pueden desplazarse por carretera tantos kilómetros como recorra un coche o camión.
«El A. aegypti es mucho más urbano que el A. albopictus. No es imposible que venga a España este mosquito, que ya estuvo presente en Madeira en 2004 -aunque no se ha detectado en Canarias, donde se está haciendo un control exhaustivo-. Es verdad que este vector se adapta bien y que la movilidad de personas y mercancías, junto con la mejora del clima (algo que está ocurriendo en países como el nuestro) facilita su expansión pero, al mismo tiempo, estamos aumentando la vigilancia en puertos y aeropuertos», explica a este periódico Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad.
Las medidas establecidas en estos puntos calientes son de dos tipos: sobre los mosquitos adultos y sobre los huevos. «Se hace una vigilancia con trampas para la captura de los mosquitos adultos y se verifica de qué especie son Por otro lado, se colocan trampas para ver si están poniendo huevos y ya ha empezado a criar y, si se confirma, se emplean larvicidas en los sitios de cría», explica Simón quien señala que, de momento, no se ha aislado ningún mosquito A. aegyti en los puntos de entrada a nuestro país. Si, en algún momento se detectara, además se llevarían a cabo campañas de comunicación de riesgo para informar a la población.
No conviene alarmar sin motivo, pero sí hay que ser conscientes de que «vivimos en un mundo globalizado», argumenta Batomeus.
Simón señala que los protocolos de vigilancia ya están en marcha en varias comunidades, porque se iniciaron para controlar al mosquito tigre y vigilar la presencia de casos autóctonos de dengue o Chikungunya, para el Zika sólo hay que continuar con estos protocolos. Aunque también adelanta que «haremos seguimiento de embarazadas que puedan estar infectadas junto con vigilancia al Zika congénito. Eso es lo que nos preocupa, la infección en otras personas es leve».
C-El Mundo
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