La cantante barbadense Rihanna
ganó este jueves su batalla legal en el Reino Unido contra la tienda de
moda Topshop, que usó su imagen en una camiseta sin su permiso.
La Corte de Apelaciones de Londres desestimó el recurso presentado
por Topshop, que quería que se anulara una decisión de 2013 del Tribunal
Superior británico que declaraba que la empresa había vulnerado los
derechos de imagen de la artista.
Tras un juicio en el que se ha analizado minuciosamente el contenido
de la legislación sobre derechos de imagen y de autor, la Corte de
Apelaciones respaldó hoy la posición del Superior y afirmó que Topshop
se apropió de la imagen indebidamente y por tanto ha de dejar de vender
la camiseta sin mangas con el rostro de Rihanna.
Daña su imagen con la marca rival River Island
Los jueces precisaron al pronunciar su dictamen que, aunque los
famosos no tienen el control general de todas las reproducciones de su
imagen a escala global, en este caso la cantante y diseñadora fue
perjudicada porque representa a una marca rival, River Island.
El uso por Topshop de su rostro -en una fotografía no autorizada
tomada durante la grabación de un video en 2011- pudo dañar "su
reputación en la esfera de la moda", sostuvieron.
Además, los magistrados concluyeron que los admiradores de la
cantante pudieron pensar que ella misma había autorizado la utilización
de su imagen.
Los abogados de los almacenes Topshop, propiedad del magnate Philip Green y para los que ha diseñado la modelo Kate Moss, habían argumentado que el empleo de la imagen de Rihanna equivalía al que se hace de otros famosos como Jimi Hendrix o Elvis Presley, y la gente no suele pensar que estos han dado autorización.
Tras sopesar los argumentos de ambas partes, los tres jueces de la
Corte de Apelaciones decidieron que, en este caso, Rihanna tenía derecho
a reclamar daños al amparo de un concepto legal que permite ejercer
control sobre una marca aunque esta no haya sido legalmente registrada
como tal, en este caso su propia imagen.
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