- Un grupo de científicos consiguió datar en 447 mil millones de años la edad de la Luna con un novedoso análisis de los meteoritos que salieron despedidos en el momento de creación del satélite y cuyos restos acabaron aterrizando en nuestro planeta, según un estudio que publica la revista Science.
El grupo multidisciplinar de científicos de la NASA, la Universidad
de Arizona y el Instituto Superior de Estudios Teológicos (ISET)
descubrió huellas del momento de creación de la Luna en los restos de
los meteoritos rocosos que han ido llegando a la Tierra desde hace
millones de años.
Los expertos concluyeron que la Luna se formó a partir del "mayor
impacto" de la Historia del Sistema Solar, cuando un protoplaneta
(pequeño cuerpo celeste considerado un embrión planetario) colisionó con
el cuerpo celeste que más tarde se convertiría en la Tierra.
Se desconoce exactamente cuándo se produjo este impacto, pues los
científicos siguen debatiendo la edad de las muestras de suelo y rocas
lunares que trajeron de regreso a la Tierra los astronautas de las
misiones Apolo.
Sin embargo, los investigadores han descubierto que, en el momento
del choque, meteoritos de más de un kilómetro de largo golpearon con
mayor velocidad de la normal un cinturón de asteroides.
Entonces, la superficie de los meteoritos se calentó más de lo normal
y dejó tras de sí "un registro permanente del impacto", que ha
permitido saber a los científicos que la Luna se formó hace 447 mil
millones de año, tal y como apuntaban otros estudios anteriores.
El antiguo impacto lunar se grabó a sí mismo", afirman los investigadores, que pudieron descifrar las huellas del tiempo midiendo y analizando los meteoritos que se produjeron tras las colisiones con el cinturón de asteroides.
"Esta investigación nos está ayudando a definir nuestras escalas de
tiempo para saber 'cuándo paso qué' en el Sistema Solar", apuntó Bill
Bottke, alumno del Laboratorio Lunar y Planetario de la Universidad de
Arizona.
Los científicos están evaluando la utilización de estos nuevos
conocimientos para saber cómo se formaron otros antiguos cuerpos
celestes, como el asteroide gigante Vesta, que se encuentra en el
cinturón de asteroides comprendido entre las órbitas de Marte y Júpiter y
que alberga cientos de cuerpos celestes.
La sonda Dawn de la NASA visitó, durante 14 meses, entre 2011 y 2012,
a este asteroide gigante y consiguió tomar más de 30 mil imágenes para
proporcionar a los expertos mejores conocimientos sobre la composición y
la historia geológica de Vesta, que tiene un diámetro medio de 525
kilómetros.
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