A sus 39 años, Aline Hernández tiene un cuerpo de infarto, pero no es casualidad ni sólo un capricho de la genética sino de, como ella lo sentenció, "matarse" con exhaustivas rutinas en el gimnasio y rigurosas dietas, pues poseer una escultural anatomía digna de la portada de enero de Playboy México tiene su precio y también su recompensa.
¿Por qué voy a ocultar mi cuerpo si estoy buenísima, me mato en el gimnasio, me pagan bien y le beneficia a mi carrera?", sentenció la conductora de TV Azteca.
La también cantante, quien por fin dio el sí a la edición mexicana de la revista del conejito como su primera centerfold de 2015, precisó que no basta tener una agraciada anatomía para salir en las páginas de la publicación de Hugh Hefner.
No sólo hay que tener muy buen cuerpo para salir en estas páginas. Hay que tener los pantalones bien puestos para atreverte", destacó.
Aline advirtió que para la sesión de fotos ella apostó a la naturalidad sobre el cada vez más recurrente retoque digital.
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